Si algo me molesta y pone triste es darme cuenta que pocos entienden lo que para mí significa trabajo.
Se que no he estado mas de 2 años seguidos en una empresa, pero la naturaleza de mi oficio implica movimiento. Y eso es lo verdaderamente complicado, la constancia.
Casi a diario me pregunto si he hecho lo suficiente, para mí o para los demás. Y pensar en los demás es lo que verdaderamente me incomoda... porque para mí he hecho mucho, más de lo que hubiera imaginado, pero los "otros" no tienen llenadera, nunca es suficiente.
He de confesar que a veces me imagino vestida de traje sastre, con carro del año, llegando a casa agotada despues de una larga jornada de trabajo.
Pero por ahora puedo decir que sólo Dios sabe el esfuerzo que he hecho para lograr lo que hasta ahora he logrado.
Esta historia continuará...
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1 comentario:
A veces siento lo mismo, pero creo que no hay que olvidar que uno trabaja para sí mismo, no para los demás y uno debe estar contento y satisfecho con lo que elige, es decir, no traicionarse. Si comienzas a satisfacer las "exigencias" de los otros o te mides con los parámetros de los otros, te aseguro que aunque te vistas de traje sastre y tengas el coche de tus sueños, jamás te sentirás plena y contenta contigo misma. Así pues, mídete con tu propia regla y asegúrate de cumplir con tus propias expectativas.
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