martes, 27 de marzo de 2007

¿Quién se robó mi voluntad?


Cúantas veces decimos -te hace falta voluntad-. Y es que últimamente esa palabra me trae un poco inquieta. Porque efectivamente, me hace falta voluntad. Pero ¿cómo entender esto?, ¿qué es la voluntad?.
Gracias a un programa de radio que por lo regular no me pierdo los martes en la cadena W, escuché que hablarían justamente del tema. Y como buena redioescucha que soy me dispuse a escuchar con atención lo que decía la especialista. La verdad, capté un par de ideas porque mi mente estaba dando de vueltas al escuchar conceptos sobre: motivación, actitud, objetivos y otras tantas palabras psicólogicas que últimamente están de moda, pero estoy segura que poco las entendemos, hacemos "como que sí " y por tanto, no aplicamos. En fin, lo intersante de esto fue poder descubrir que la voluntad es igual a libertad. -A caray- dos palabras mágicas a las que cada día les encuentro sentido, con decirles que mi esposo y yo hemos pensado nombrar a nuestra hija Libertad. Pero eso, es otro tema.
Entendí sin duda alguna que a mayor voluntad mayor es tu libertad, porque la voluntad implica movimiento ( motivación para algunos) por tanto actos totales (actitud) que se llenan de pasión.
-quiubule con esto- en un instante por arte de magia me cayó el veinte de mi falta de voluntad, claro! porque vivo atada a frustraciones, pensamientos del pasado que sólo me lastiman, etiquetas que los otros se han encargado de coserme en mi alma y, en este sentido no disfruto de mi libertad y me quedo paralizada como pájaro enjaulado viendo pasar los días sin volar.
Entonces, haré de la voluntad un deporte, alguien dijo que es parecido al alpinismo: paso a paso anhelando la cima.
Por eso las palabras de hoy son: Libertad, Voluntad y Pasión.

2 comentarios:

Mequetrefe dijo...

Me cae que escribes bien bonito.

Así que libertad, actitud y pasión te empiezan a sonar familiares... vaya, vaya... que sorpresas da la vida, ¿no?

Amanda dijo...

Casi todos los días lamento no tener suficiente voluntad para hacer esto o aquello. En general mis decisiones son producto de un impulso o deseo repentino que de una verdadera voluntad. Esto me pesa muchísimo. Pienso que me falta voluntad para levantarme temprano e ir a correr, que me falta voluntad para terminar mi tesis, que me falta voluntad para arreglar mi desordenado cuarto, que me falta voluntad para decir que no -cuando quiero decir que no. Es una batalla diaria, pero estoy de acuerdo en que la libertad es igual a la voluntad, o por lo menos están muy ligadas, pues esos pequeños instantes en que mi voluntad le ha ganado a la falta de motivación, me he quitado un enorme peso de encima, me he sentido más madura, más feliz y sí, mucho más libre. Así que no estás sola mi querida Fer, esta es una batalla de muchos, de eso estoy segura.